Técnicas Reunidas confía en la ayuda de la SEPI para reforzar su capacidad financiera y compensar pérdidas
Técnicas Reunidas ha sufrido los efectos de la pandemia y en el primer semestre del año ha perdido 148 millones de euros y ha registrado unas ventas de 1.442 millones, un 33% menos que en el mismo periodo del año pasado. Para paliar estos efectos en sus cuentas, la compañía que preside Juan Lladó utilizará la ayuda que ha solicitado al fondo de rescate de la SEPI, dos préstamos por 290 millones en total. «Con este apoyo, la compañía impulsará la nueva etapa de crecimiento con importantes adjudicaciones de casi 3.000 millones en el marco de la recuperación de los mercados», explica la firma en una nota.
La compañía admite problemas en los proyectos que tiene en marcha, sobre todo en Oriente Medio, lo que le ha obligado a reprogramaciones «que ralentizan los ingresos previstos». En cambio, destaca Técnicas Reunidas, el EBIT ajustado se situó en 44 millones de euros, lo que supone un margen ajustado, del 3,1%. «Este margen refleja la salud de la cartera una vez deducido el impacto de los efectos del COVID. La caja neta experimentó una fuerte mejoría respecto del cierre del trimestre precedente, alcanzando los 94 millones de euros, es decir, 31 millones de euros más que la comunicada el pasado 31 de marzo», señala el comunicado.
La cartera de pedidos se desarrolla de manera satisfactoria, explican. De momento se han ganado proyectos por 3.000 millones de euros, destacando Sasa en Turquía, Orlen en Polonia, AMA en los Países Bajos y Gazpromneft en Rusia. Además, los proyectos para los que ha presentado ya ofertas en firme y la compañía declara estar bien posicionada suman 6.000 millones de euros adicionales.
El presidente ejecutivo de la firma ha destacado que «ya hay razones para ser más optimistas». «Los clientes están acelerando sus decisiones finales de inversión y empiezan a adjudicar proyectos. Este cambio de tendencia nos confirma que se va a producir una relevante actividad inversora a medio plazo, en la que jugarán un papel cada vez más importante los proyectos de transición energética, en los que estamos muy bien posicionados. Con el soporte de los fondos de apoyo impulsados por la Unión Europea que gestiona el Gobierno español, reforzaremos nuestro perfil financiero para abordar un futuro que es incuestionablemente prometedor», destaca Lladó.
Apoyo de la SEPI
El apoyo financiero solicitado por la empresa asciende a un total de 290 millones de euros que se estructurará en dos tramos: un préstamo participativo por 150 millones de euros para compensar el impacto de la pandemia sobre los fondos propios de la sociedad; y un préstamo ordinario de 140 millones de euros destinado a la mejora del capital circulante para compensar el alargamiento de los plazos de ejecución de los proyectos que la compañía tiene en marcha.
Los dos préstamos tendrían una duración de cuatro años, con la posibilidad de ser amortizados anticipadamente, y se espera que su desembolso se produzca en el cuarto trimestre del presente año.
La petición de 290 millones a la SEPI ha provocado que la firma caiga en Bolsa un 18% a media sesión.